Remote office, hibridez y cambios
En la publicación anterior comenzamos a reflexionar sobre el formato ‘remote office’ de esta época particular. En esta ocasión, consideraremos los futuros cambios al trabajo remoto porque ya sabemos que este modelo se implementó con éxito. Logramos adaptarnos y adoptamos nuevas formas de trabajo. Ahora que la pandemia avanzó y que el mundo está volviendo a la normalidad lentamente, quizás nos cuestionamos lo que antes dábamos por sentado. El valor de nuestro tiempo y de las herramientas que utilizamos también cambió. Nos preguntamos… ¿Cómo volvemos? ¿Volvemos? ¿A qué modelo volvemos?
Consideremos una gran preocupación: la productividad. Desde nuestra experiencia, siendo una empresa que desde los comienzos mantiene la modalidad de trabajo remoto, reconocemos que contar con los sistemas adecuados, procesos claros y bien definidos, gestión y coordinación han sido claves para garantizar esa productividad.
Sin embargo, la falta del contacto presencial que teníamos pre-pandemia con los clientes se siente. Las reuniones se siguen haciendo, pero son totalmente diferentes. La pandemia no afectó a la productividad, pero sí “se extraña el contacto”...
El contexto nos permitió repensar y ajustar la forma en la que trabajamos. Nos proponemos volver a un modelo similar al de BAM pre-pandemia, una combinación de virtualidad, donde cada individuo puede optimizar el uso de su tiempo, con visitas y reuniones presenciales a demanda, donde cada individuo pueda potenciar su rol como parte de un equipo.